El papá de Maru te enseña todo sobre las alergias.
¿Por qué lagrimeamos, estornudamos y nos pica todo en esta época del año? Echale la culpa a la primavera.
Por Dr Carlos González Botana Médico clínico M.N. 23.357: En primavera se produce la floración de numerosas plantas que felizmente abundan en los jardines y en los campos, ya que muchas de ellas no son solamente un adorno y un gozo para la vista, sino que también son vegetales que se desarrollan con una finalidad de producción agraria, como el lino, el girasol, el zapallo y muchos otros. Como decía el escritor argentino Rafael Obligado: "Es la mañana; lirios y rosas/ mueve la brisa primaveral/ y en los jardines las mariposas/ vuelan y pasan vienen y van".
Yo agregaría que, para cumplir con la reproducción de los vegetales, tanto la brisa y el viento como los insectos con sus patas y trompas llevan el polen de una a otra planta, cumpliendo así con la fecundación. Lamentablemente, esos pólenes no van solamente a elementos florales, sino que también son aspirados por las personas, en cuyas mucosas se depositan, provocando reacciones de distinta magnitud que se denominan "alergias" o "atopías". Este último nombre se reserva para aquellos procesos hiperreactivos en los que no se puede probar el contacto previo con el alergeno que los provoca y desarrolla, generando lo que se denomina "reacción" por el contacto entre el alergeno y el huésped.
Los accidentes alérgicos se observan en todos los sistemas y aparatos del organismo, y tienen, en general, diferente intensidad y gravedad, así como las reacciones que afectan el aparato respiratorio, especialmente aquellas que comprometen a los bronquios como el asma, que puede revestir un riesgo variable para el paciente. Muchas otras hay que son muy molestas pero habitualmente menos serias, como las rinitis y laringo-traqueítis, que pueden acosarnos en la época primaveral. Las conjuntivitis oftálmicas, por su parte, pueden deberse a los mismos factores alergénicos, y las reacciones cutáneas por contacto afectan sobre todo a personas vinculadas con la jardinería, por razones profesionales o sólo por afición, además de que también se pueden ver en la práctica médica a causa de exposiciones casuales a los antígenos.
Es difícil prevenir estas situaciones, especialmente en aquellos individuos carentes de antecedentes, porque es imposible aislarlos del alergeno desencadenante, cosa que se evitará cuidadosamente en los casos en que se conozcan el agente y el riesgo.
La reacción alérgica respiratoria se produce principalmente por liberación de histamina (de ahí el nombre de "antihistamínicos" de los productos medicinales antialérgicos) por parte de las células llamadas "cebadas" o "mastocitos", en cuyo citoplasma se ven vacuolas, o gotitas de histamina, que al romperse por el fenómeno reaccional liberan la histamina que provoca edema y congestión local. Lo curioso es que estos fenómenos se producen también por agentes físicos: el frío intenso y el calor pueden ocasionarlos. Esto legitimaría la llamada "alergia al frío" que padecen algunas personas en sus mucosas, notablemente la nasal, durante los días muy fríos de invierno. Entre estas patologías merece una atención especial, por su frecuencia, morbilidad y eventual gravedad, el asma bronquial.
Hoy disponemos de elementos medicamentosos muy efectivos para controlar las reacciones alérgicas, como los antihistamínicos y los corticoides, que contribuyen a dominarlas en la mayoría de los casos. Lo ideal sería poder evitar siempre el contacto con las sustancias desencadenantes. Un consejo médico apropiado ayuda enormemente a no relacionarse con los alergenos, previendo la exposición a los mismos.
Y no olvidemos que en muchos casos los episodios de alergias, especialmente los que afectan la infancia o la juventud, se moderan e incluso desaparecen con el pasar de los años.
0 comentarios:
Publicar un comentario